Panorama Económico
1. Crecimiento económico
La República del Paraguay es una de las economías más estables de la región. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), menciona en uno de sus reportes que Paraguay ha sido una de las economías de más alto crecimiento en la región durante la última década. Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) el crecimiento del PIB fue de un 4.2% en 2021, impulsado principalmente por el consumo de los hogares.
Es importante remarcar que el 2021, en la región de Latinoamérica y el Caribe, el crecimiento estimado fue de un 6.2% en promedio. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), esta dinámica del crecimiento en 2021 estuvo liderada por la demanda interna, producida por la flexibilización gradual de las medidas de contención de la pandemia, lo que permitió que la actividad económica se reactive.
Entre 2004 y 2016 el Producto Interno Bruto (PIB) real creció en promedio 4.7% por año, por encima del crecimiento promedio observado en el resto de América Latina y el Caribe (ALC) de 3.2%.3 Así mismo, cabe destacar que durante 2015 y 2016, mientras se registraba una marcada desaceleración del crecimiento de ALC (crecimiento de 0,1% en 2015 y contracción estimada en 1.0% para 2016), la economía paraguaya se expandió en 3.0% y 4.3% respectivamente. No obstante, se espera que el crecimiento del PIB haya disminuido al 0.2% en 2022 antes de aumentar al 4.3 % en 2023, experimentado un crecimiento alto y constante en la última década.
Según los informes de la Red de Inversiones y Exportaciones (REDIEX) organismo dependiente del Ministerio de Industria y Comercio del Paraguay,4 a partir del año 2003, la economía del Paraguay ha mostrado un crecimiento sostenido, con excepción de los años 2009, 2012, 2019 y 2020, en donde efectos climáticos, la pandemia del COVID-19 y menores cotizaciones internacionales de bienes agrarios condujeron a un resultado inferior a los años precedentes.
Este impulso económico se debió, en gran parte, a la adopción de importantes reformas que se orientaron, sobre todo a la reducción del déficit fiscal y a la reestructuración de la deuda pública, pero también a un mejoramiento en la legislación, adecuación y supervisión del sistema financiero nacional.
Asimismo, entre las reformas también se incluyen medidas que condujeron a la adopción de un nuevo modelo de desarrollo agroindustrial, relacionado a fuertes demandas en términos de inversión en capital e infraestructura. Durante la segunda mitad de la década del 2010, la economía del Paraguay creció en un promedio anual del 3.2 %, en medio de un contexto regional adverso, marcado por periodos recesivos o de bajo crecimiento en Argentina y Brasil. La economía del Paraguay, tradicionalmente se ha sustentado en la producción primaria, en particular en la producción agrícola y ganadera, con un pujante sector comercial, donde la exportación de productos como la soja, granos y carne vacuna, así como la producción y la exportación de energía eléctrica, además de la re-exportación cumplen una función importante.
Sin embargo, durante los últimos años se ha iniciado un importante proceso de transformación productiva hacia bienes de mayor valor agregado. El país registra una creciente producción industrial de productos manufacturados no tradicionales y agroindustriales.
Según el Banco Central del Paraguay (BCPa ), se espera para el 2022 un crecimiento del 1.0% del PIB agrícola, con un aumento del 3.7% del PIB total. Durante el año 2019, el sector agrario de Paraguay ha sufrido una reducción del -6.2 % con relación al año 2018 consecuencia de las condiciones climáticas adversas, los resultados de la producción 2018/2019, fundamentalmente a los menores niveles de producción de la soja, no han sido los más favorables.
a) Es importante aclarar que esta proyección de crecimiento del PIB es una proyección del BCP realizada en enero 2022, la cual se actualiza cada trimestre.
Este crecimiento agrícola, generó efectos multiplicados para el sector manufacturero que alcanzó un crecimiento de 8,6% el 2021, con una variación interanual de 5.0% con respecto al mismo trimestre del año 2020.
Las actividades que incidieron positivamente en el año 2021 fueron la producción de carnes, de molinerías y panaderías, productos químicos, cuero y calzados, minerales no metálicos, productos metálicos, metales comunes, maquinarias y equipos, papel y productos del papel.
Estos resultados pudieron ser atenuados por las variaciones negativas registradas en la producción de aceites, la producción de lácteos, azúcar, las bebidas y tabacos, y los textiles y las prendas de vestir alcanzando un 19% del PIB nacional.5
El sector de electricidad y agua se constituye como uno de los sectores estratégicos del país, ha observado una disminución interanual de -16.5%. De forma acumulada al tercer trimestre de 2021, el sector registró una retracción de -10.7%.
Esto ocasionó una menor generación de energía eléctrica de las binacionales, debido al reducido caudal hídrico del río Paraná como consecuencia del cambio climático, que tiene efectos directos sobre la economía basada en recursos del Paraguay. Finalmente, el sector servicios que tiene una participación relativa del PIB de aproximadamente un 29%, está compuesto por intermediación financiera, servicios inmobiliarios, transporte, servicios a las empresas, restaurantes y hoteles, entre otros. En el 2021 el sector en general registró nuevamente un crecimiento interanual importante, alcanzando un 7.1%, acumulado.
2. Contexto Macroeconómico
Paraguay ha invertido en muchas políticas públicas de desarrollo y ha visto duplicarse su deuda externa en los últimos cinco años. Aún, así, la deuda pública de Paraguay se encuentra entre las más bajas de América Latina, con un 38.4%, y se prevé que se mantenga estable en los próximos dos años (39.5% en 2022 y 39.9% en 2023). Desde la óptica fiscal, la Ley de Adecuación Fiscal, promulgada en 2004, contribuyó a reforzar la formalización y a ampliar la base de contribuyentes (IVA e impuesto a corporaciones con alícuotas de 10%).
Posteriormente, en 2012 se introdujo el impuesto a la renta personal (alícuota de 10%) y en 2013 se promulgó la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) que fija el límite del déficit fiscal autorizado en el 1.5% del PIB.6 El déficit público se redujo al 0% en 2021, por lo que se prevé la aplicación de una política fiscal prudente desde el Gobierno. Esta lógica de intervención, tiene un enfoque de balance estructural, la cual podría contribuir a reducir la volatilidad macroeconómica del país.7
La inflación al mes de mayo del año 2022, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), fue del 0.2%, inferior a la tasa del 0.6% observada en el mismo mes del año anterior. Con este resultado, la inflación acumulada en el año asciende al 5.4%, por encima del 1.1% verificado en el mismo periodo del año 2021. Sin embargo, para las proyecciones del 2022 se convergerá nuevamente al 4 %. Por lo que estas tasas, se sitúan dentro del rango objetivo fijado por el Banco Central del Paraguay (BCP), entre el 2% y el 6%.
Como se pudo observar en la figura 2, los sectores agrícolas, comercial y de la construcción siguen siendo los motores del crecimiento económico de Paraguay. En lo que respecta al valor agregado exportable; la producción de las centrales hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá, así como las actividades agrícolas y ganaderas son motores económicos y representan más del 60% de las exportaciones totales de Paraguay.
Según el informe del Instituto Nacional de Estadísticas del Paraguay (INE) en el año 2022, la población del Paraguay es de 7.453.695 habitantes. La mitad de la población tiene 27 años o menos. Paraguay tiene la tasa de desempleo más baja de la zona del MERCOSUR, estimada alrededor de un 6.5% en los últimos años, a pesar del impacto económico negativo de la pandemia del COVID-19. A medida que la economía global comience a recuperarse, se espera que esa tasa disminuya ligeramente las cifras actualizadas ponderadas del 2021 y 2022, a 5.9% y 5.8%, respectivamente.
Sin embargo, la pobreza y la desigualdad de ingresos siguen siendo retos importantes. Aun así, la tasa de pobreza total, que el Banco Mundial define como menos de 3.10 USD al día, ha ido disminuyendo. La pobreza en Paraguay disminuyó de 24.0% en 2016 a 22.3% en 2020 y se mantuvo por debajo del promedio de América Latina y el Caribe (ALC) de 26.3%. Estas cifras ocultan el efecto de los fuertes esfuerzos para disminuir la pobreza antes del choque de la pandemia de COVID-19, que redujo la cifra a 19.4% en 2019. La pobreza extrema disminuyó consistentemente en ese período, de 7.9% a 6.0%, por debajo del promedio de ALC (8.7%).
La población que vive en hogares completamente informales disminuyó de 66.4% en 2009 a 58.0% en 2018, por encima del promedio de ALC de 36.3%.9 El impacto económico de la pandemia de COVID-19 en el crecimiento de Paraguay fue moderado y uno de los más bajos de la región de América Latina y el Caribe (ALC), pues el producto interno bruto (PIB) solo se contrajo un 0.6% anual y la pobreza se ha mantenido invariable. Previo a la crisis, el gasto público en salud de Paraguay era del 6.7% del PIB, un porcentaje similar al de la región de ALC del 6.8%, pero muy inferior al 8.8% correspondiente a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En 2021, el gobierno continuó implementando una serie de medidas fiscales para mitigar el impacto de la COVID-19, que incluyeron la reducción del IVA de los insumos médicos al 5% y la eliminación de los aranceles a la importación de los mismos, gastos adicionales relacionados con la salud, medidas de apoyo a la población vulnerable y financiamiento emergente para las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME). En general, las medidas de Paraguay han sido eficaces para impulsar la actividad económica, que se ha ido recuperando gradualmente.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)11, el impacto económico de la pandemia de COVID-19 en el crecimiento de Paraguay fue moderado y uno de los más bajos de la región de América Latina y el Caribe (ALC), pues el producto interno bruto (PIB).
Antes de la pandemia, el gasto público en salud en Paraguay era del 6.7% del PIB, un porcentaje similar al de América Latina y el Caribe, pero inferior al de los países de la OCDE. Sin embargo, ha crecido en los últimos 10 años y se ha acercado al nivel de la región. Durante la pandemia, las escuelas en Paraguay estuvieron cerradas durante 32 semanas, una cantidad mayor que en la región de América Latina y el Caribe y la OCDE.
Paraguay adoptó medidas económicas y de protección social para minimizar el impacto de la pandemia de COVID-19 en hogares, trabajadores y empresas vulnerables. Estas medidas incluyeron transferencias monetarias y subsidios para la compra de alimentos y productos de higiene, exenciones y aplazamientos de pagos de servicios públicos, indemnizaciones por despido y suspensión de pagos para trabajadores del sector formal, y garantías de financiación para pequeñas y medianas empresas. De acuerdo con la Ley N 6524/2020, estas medidas estaban destinadas a aliviar y contener el impacto regresivo en los hogares y trabajadores más vulnerables.
El Plan de Recuperación Económica Ñapu´a Paraguay, financiado por el Banco de Desarrollo de América Latina, tiene como objetivos a corto plazo el aumento de la protección social, la inversión y el empleo, y la financiación del crecimiento económico. A mediano y largo plazo, el plan incluye reformas estructurales destinadas a la transformación del Estado y la reducción de las desigualdades existentes. El plan reconoce la necesidad de fortalecer las instituciones actuales y hacer que el bienestar de los ciudadanos sea el eje del modelo de desarrollo económico.
Paraguay ha colaborado con otros países de América Latina y el Caribe, así como con socios estratégicos fuera de la región, en proyectos de cooperación internacional para superar las dificultades planteadas por la pandemia de COVID-19.
Estas colaboraciones incluyen el intercambio y fortalecimiento de personal médico, así como proyectos en áreas como la protección social, el agua y el saneamiento, el apoyo a pequeñas y medianas empresas, la educación y la lucha contra la violencia de género.
Entre las iniciativas de cooperación internacional en Paraguay se encuentran proyectos para mejorar las oportunidades de formación y empleo para jóvenes. Por ejemplo, en el marco del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), se ha creado una red de trabajo para apoyar el desarrollo y la producción de pruebas de diagnóstico grave y serológicas, y se han realizado campañas para mejorar la educación de calidad para todos los niños. Además, Paraguay ha colaborado con gobiernos de otras regiones, como la Unión Europea.
3. Crecimiento emergente del sector turístico
Paraguay es un destino emergente con mucho potencial, de acuerdo con los datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el 2019 previo al brote de COVID-19, el número de visitantes no residentes a Paraguay sobrepaso los 4 millones de visitantes (1.2 millones de turistas 12 y 3,1 millones de excursionistas). Siendo el 2017 el año con más visitantes internacionales, alcanzando 4.7 millones (1.6 millones de turistas y 3.2 millones de excursionistas).
Es importante señalar que del flujo de turistas que recibió el Paraguay del 2017 al 2021 ingresaron al país, principalmente, por vía terrestre, alrededor de un 69% de turistas, un 16% vía aérea, un 15% por vía fluvial. Por lo que se puede concluir que los turistas provienen de países fronterizos como Brasil y Argentina a través de vías terrestres, siendo Puerto Falcón (Presidente Hayes), el Puente San Roque González (Encarnación) y el Puente de la Amistad (Ciudad del Este) algunas de las principales rutas de ingreso al territorio paraguayo, como se puede apreciar en la figura 4.
A pesar de la emergente demanda de turistas internacionales en Paraguay, el sector turístico tiene una contribución relativa al PIB de un 1.9% en promedio, considerando los datos desde el 2016 al 202113, pero con un gran efecto en las exportaciones del país representando un 10.8%, por lo que el potencial de crecimiento es una oportunidad estratégica por explorar.
En este sentido, Paraguay se encuentra con un principal desafío: diversificar su aparato productivo actual. Por lo que requiere potenciar la generación de valor a partir de la promoción de su diversidad de riquezas culturales y naturales. Para ello requerirá talento local y nuevas capacidades a través de incorporación de tecnologías, y el desarrollo de programas de creatividad e innovación. Asimismo, una mayor inversión en el turismo sustentable para ampliar la demanda más allá del centro histórico de Asunción, promocionado nuevos destinos rurales e integrarla con sus cadenas de valor y otras áreas y regiones.
b) Datos proporcionados por SENATUR.
c) https://www.unwto.org/tourism-data/global-and-regional-tourism-performance
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)11, el impacto económico de la pandemia de COVID-19 en el crecimiento de Paraguay fue moderado y uno de los más bajos de la región de América Latina y el Caribe (ALC), pues el producto interno bruto (PIB).
Antes de la pandemia, el gasto público en salud en Paraguay era del 6.7% del PIB, un porcentaje similar al de América Latina y el Caribe, pero inferior al de los países de la OCDE. Sin embargo, ha crecido en los últimos 10 años y se ha acercado al nivel de la región. Durante la pandemia, las escuelas en Paraguay estuvieron cerradas durante 32 semanas, una cantidad mayor que en la región de América Latina y el Caribe y la OCDE.
Paraguay adoptó medidas económicas y de protección social para minimizar el impacto de la pandemia de COVID-19 en hogares, trabajadores y empresas vulnerables. Estas medidas incluyeron transferencias monetarias y subsidios para la compra de alimentos y productos de higiene, exenciones y aplazamientos de pagos de servicios públicos, indemnizaciones por despido y suspensión de pagos para trabajadores del sector formal, y garantías de financiación para pequeñas y medianas empresas. De acuerdo con la Ley N 6524/2020, estas medidas estaban destinadas a aliviar y contener el impacto regresivo en los hogares y trabajadores más vulnerables.
El Plan de Recuperación Económica Ñapu´a Paraguay, financiado por el Banco de Desarrollo de América Latina, tiene como objetivos a corto plazo el aumento de la protección social, la inversión y el empleo, y la financiación del crecimiento económico. A mediano y largo plazo, el plan incluye reformas estructurales destinadas a la transformación del Estado y la reducción de las desigualdades existentes. El plan reconoce la necesidad de fortalecer las instituciones actuales y hacer que el bienestar de los ciudadanos sea el eje del modelo de desarrollo económico.
Paraguay ha colaborado con otros países de América Latina y el Caribe, así como con socios estratégicos fuera de la región, en proyectos de cooperación internacional para superar las dificultades planteadas por la pandemia de COVID-19.
Estas colaboraciones incluyen el intercambio y fortalecimiento de personal médico, así como proyectos en áreas como la protección social, el agua y el saneamiento, el apoyo a pequeñas y medianas empresas, la educación y la lucha contra la violencia de género.
Entre las iniciativas de cooperación internacional en Paraguay se encuentran proyectos para mejorar las oportunidades de formación y empleo para jóvenes. Por ejemplo, en el marco del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), se ha creado una red de trabajo para apoyar el desarrollo y la producción de pruebas de diagnóstico grave y serológicas, y se han realizado campañas para mejorar la educación de calidad para todos los niños. Además, Paraguay ha colaborado con gobiernos de otras regiones, como la Unión Europea.
4. Crecimiento emergente del sector turístico
Como señalado por otros estudios desarrollados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Paraguay, existe un desaprovechamiento de las actividades alternativas turísticas y de ocio. Por lo que los esfuerzos por potenciar las riquezas patrimoniales y las cualidades y activos naturales, son limitados; y la generación de demanda es insuficiente para generar incentivos que atraigan nuevos inversores o que generen garantías para la inversión en actividades de turismo y ocio.
Por tanto, los expertos recomiendan desarrollar políticas de apoyo a la innovación turística con enfoque a economías creativas. Las cuales generarán efectos de derrame sobre otros subsectores que potencian las actividades que tienen como base fundamental la propiedad intelectual, o sea, la materia prima es la creatividad, así como el intelecto y las ideas. Estas involucran, la arquitectura, las artes escénicas, el audiovisual, la música, el desarrollo de videojuegos, el software, el diseño, aplicaciones 3D, realidad virtual, realidad aumentada y otras aplicaciones intangibles que forman parte de la economía naranja.
Desde esta perspectiva innovadora, el Gobierno del Paraguay, ha estado respondiendo de manera positiva. Para el crecimiento de esta actividad económica fue creada, en julio del año 2018, la Ley de Fomento al Audiovisual, reglamentada en octubre de 2019. Así mismo, el 2018 fue creada la Federación de Industrias Creativas (FIC) con el fin de conglomerar a las diferentes industrias e impulsar la economía creativa en el país. La FIC actualmente reúne a nueve gremios de ocho sectores (audiovisual, software, diseño de moda, video juegos, artes visuales, inventos, música, publicidad) según informes de REDIEX.